Por Phoenix ¡Hola a todos! Hoy presentamos un tema científico de bastante actualidad. Y es que hace poco alcanzaba los titulares una aterradora noticia: la OMS declaraba la epidemia de Ébola una “emergencia de salud pública internacional”. Y, claro, a más de uno le vinieron a la mente las palabras “pandemia mundial”, acompañadas de imágenes dignas de Soy leyenda. Pero lo cierto es que la histeria colectiva jamás ha servido para nada y, en este caso, están jugando contra nosotros factores como el desconocimiento de la situación real y el miedo a palabras como incurable y alta mortalidad. Sí, el Ébola no tiene cura (entre otras cosas, por falta de financiación, pero eso es otra historia). Sí, el virus puede alcanzar una letalidad del 90 %. Pero, como espero quede patente tras la lectura del artículo que voy a adjuntar, la transmisión del patógeno está muy ligada a las condiciones sanitarias del país. Y, una vez más, es en los países pobres donde pueden terribles enfermedades como esta campar a sus anchas. Es en los países pobres, donde la salubridad y la educación brillan por su ausencia, donde la población vive en condiciones precarias, donde escasean los medicamentos; allí es donde causan estragos. Aquí tenéis el artículo de Ignacio López-Goñi, publicado el 3/08/2014 en su blog El rincón de Pasteur (http://www.investigacionyciencia.es/blogs/medicina-y-biologia/43/posts/diez-preguntas-sobre-el-bola-12313): Diez preguntas sobre el Ébola |
Diez preguntas sobre el ébola |
Por Fourier.
La colonización de otros planetas del universo ha sido tema de muchos libros y películas, pero puede que pronto se convierta en una realidad. En nuestro Sistema Solar hay tres opciones consideradas: la luna terrestre y otras lunas de Júpiter y Saturno; algún asteroide cercano a la Tierra y Marte. De los tres, el destino más factible de ser colonizado es Marte, por su mayor similitud al planeta Tierra que el resto.
Así pues, un día marciano dura 24 horas 39 minutos y 35,244 segundos, o lo que es lo mismo, algo más de 39 minutos que el nuestro. Además, Marte también tiene una atmósfera que a pesar de ser fina (0,7% de la atmósfera terrestre) es capaz de proteger sus habitantes de radiación cósmica o solar y se ha confirmado la presencia de agua y de otros elementos necesarios para la vida. Otra característica de Marte que puede hacer posible una futura colonización es que tiene una inclinación de 25,19º, muy similar a la de 23,44º de la Tierra, lo que haría que Marte tuviese estaciones similares a las de la Tierra. A pesar de que Marte tenga solamente 28,4% de la superficie de la Tierra, esto es casi el equivalente a las regiones secas y habitables de nuestro planeta que constituyen el 29,2% de la superficie. Por último cabe destacar que La presencia de CO2 en Marte es mayor que en la Tierra, lo que puede posibilitar el cultivo de plantas.
Así pues, un día marciano dura 24 horas 39 minutos y 35,244 segundos, o lo que es lo mismo, algo más de 39 minutos que el nuestro. Además, Marte también tiene una atmósfera que a pesar de ser fina (0,7% de la atmósfera terrestre) es capaz de proteger sus habitantes de radiación cósmica o solar y se ha confirmado la presencia de agua y de otros elementos necesarios para la vida. Otra característica de Marte que puede hacer posible una futura colonización es que tiene una inclinación de 25,19º, muy similar a la de 23,44º de la Tierra, lo que haría que Marte tuviese estaciones similares a las de la Tierra. A pesar de que Marte tenga solamente 28,4% de la superficie de la Tierra, esto es casi el equivalente a las regiones secas y habitables de nuestro planeta que constituyen el 29,2% de la superficie. Por último cabe destacar que La presencia de CO2 en Marte es mayor que en la Tierra, lo que puede posibilitar el cultivo de plantas.
Pero no todo son características ventajosas, también hay diversas diferencias que complicarían la vida en el planeta.
El principal inconveniente es la microgravedad. La gravedad marciana en la superficie es un tercio de la de la Tierra, lo que puede provocar en espacios de tiempo relativamente cortos problemas para la salud como la pérdida de la masa muscular y la descalcificación ósea. Además al ser humano le resultaría difícil adaptarse a las temperaturas frías de Marte. La temperatura promedio es de -63° C, con probabilidades de llegar a -140° C, mientras que la temperatura mínima registrada en la Tierra es de -89,2° C en la Antártida. La órbita de Marte es más excéntrica que la terrestre, lo que significa una mayor variación de las temperaturas. Por si fuera poco, la presión en el planeta rojo es tan baja que el ser humano no sobreviviría ni unas pocas horas sin trajes espaciales ni estructuras adecuadamente presurizadas.
Aun así, Marte es el planeta que ofrece las mejores condiciones para habitar del Sistema Solar, muy lejos de las temperaturas terriblemente extremas de Mercurio o de la superficie ardiente de Venus. Puede ser que sea posible transformarlo en un mundo mucho más parecido al de la Tierra al cabo de un gran tiempo siendo habitado por humanos. Este factible proceso se denomina terraformación.
Aun así, Marte es el planeta que ofrece las mejores condiciones para habitar del Sistema Solar, muy lejos de las temperaturas terriblemente extremas de Mercurio o de la superficie ardiente de Venus. Puede ser que sea posible transformarlo en un mundo mucho más parecido al de la Tierra al cabo de un gran tiempo siendo habitado por humanos. Este factible proceso se denomina terraformación.
¿Cómo sería el viaje de la Tierra a Marte?
El viaje a Marte tendría una duración estimada entre seis y siete meses. Conseguir reducir este intervalo de tiempo es algo muy difícil de conseguir con la tecnología disponible actualmente.
Además, este trayecto solo se puede llevar a cabo cuando las órbitas de la Tierra y Marte estén lo más cerca posible. A lo largo del trayecto, la nave espacial estaría expuesta a los efectos de la radiación cósmica y solar que pueden desencadenar alteraciones en el ADN de quien esté expuesto a ella.
Aterrizar en el planeta rojo no es una tarea mucho más simple, ya que la gravedad es una tercera parte de la terrestre y mucho más fina, lo que haría mucho más complicada la desaceleración.
Ya para terminar, es importante hablar sobre la comunicación entre los habitantes de los dos planetas en el caso de que la colonización se produjese con éxito.
La comunicación Tierra-Marte no presenta dificultades cuando los planetas son visibles entre sí. La NASA y la ESA incluyeron módulos de comunicación en sondas de proyectos anteriores. Aun así, la comunicación mediante teléfonos o mensajes móviles, sería imposible ya que habría un retraso de por lo menos 22 minutos, por lo que se recurriría a los correos electrónicos. Además la comunicación se interrumpiría cuando el sol se encuentre en los dos planetas.
Actualmente es noticia que una prestigiosa compañía ha hecho oficial el proyecto Mars One, comprometiéndose a crear una colonia habitable y sostenible en el planeta Marte en un periodo de diez años, recibiendo a nuevos astronautas cada dos años. Esta compañía está seleccionando a los futuros colonizadores entre los 200.000 voluntarios, y se estima que el primer viaje podría costar unos 6.000 millones de dólares. Les animo a que busquen la noticia en internet.
Además, este trayecto solo se puede llevar a cabo cuando las órbitas de la Tierra y Marte estén lo más cerca posible. A lo largo del trayecto, la nave espacial estaría expuesta a los efectos de la radiación cósmica y solar que pueden desencadenar alteraciones en el ADN de quien esté expuesto a ella.
Aterrizar en el planeta rojo no es una tarea mucho más simple, ya que la gravedad es una tercera parte de la terrestre y mucho más fina, lo que haría mucho más complicada la desaceleración.
Ya para terminar, es importante hablar sobre la comunicación entre los habitantes de los dos planetas en el caso de que la colonización se produjese con éxito.
La comunicación Tierra-Marte no presenta dificultades cuando los planetas son visibles entre sí. La NASA y la ESA incluyeron módulos de comunicación en sondas de proyectos anteriores. Aun así, la comunicación mediante teléfonos o mensajes móviles, sería imposible ya que habría un retraso de por lo menos 22 minutos, por lo que se recurriría a los correos electrónicos. Además la comunicación se interrumpiría cuando el sol se encuentre en los dos planetas.
Actualmente es noticia que una prestigiosa compañía ha hecho oficial el proyecto Mars One, comprometiéndose a crear una colonia habitable y sostenible en el planeta Marte en un periodo de diez años, recibiendo a nuevos astronautas cada dos años. Esta compañía está seleccionando a los futuros colonizadores entre los 200.000 voluntarios, y se estima que el primer viaje podría costar unos 6.000 millones de dólares. Les animo a que busquen la noticia en internet.
Bibliografía:
-http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/13566672/Como-seria-la-colonizacion-de-Marte.html
-http://es.wikipedia.org/wiki/Colonizaci%C3%B3n_de_Marte
-http://actualidad.rt.com/ciencias/view/131818-nasa-plan-colonizar-marte
-http://www.guioteca.com/exploracion-espacial/colonizar-marte-reality-show-hace-masiva-eliminacion-de-candidatos/
-http://es.wikipedia.org/wiki/Colonizaci%C3%B3n_de_Marte
-http://actualidad.rt.com/ciencias/view/131818-nasa-plan-colonizar-marte
-http://www.guioteca.com/exploracion-espacial/colonizar-marte-reality-show-hace-masiva-eliminacion-de-candidatos/
Por Jesús A.
Todos en algún momento nos hemos preguntado cómo consiguen los “zapateros” (Gerris Lacustris) caminar sobre el agua. La explicación de este hecho es un fenómeno físico llamado Tensión Superficial, también causante del dolor cuando alguien se tira en “plancha” a la piscina. |
El porqué de la Tensión Superficial:
La tensión superficial es creada por las fuerzas intermoleculares, también llamadas IMA debido a sus siglas inglesas (Inter-molecular atractions). Es bien sabido que la molécula de agua está formada por oxígeno e hidrógeno siguiendo la fórmula H2O y que tiene la forma de la figura 2, donde los átomos de hidrógeno tienen carga positiva y el de oxígeno tiene carga negativa, esto hace que se unan unas moléculas a otras como si fueran imanes. Cuando nos encontramos con una gran cantidad de moléculas vemos que las fuerzas inter-moleculares se compensan en todas las moléculas excepto en las que forman la superficie, que están atraídas por las inferiores pero no tienen ninguna encima para ser atraídas, tal y como indica la figura 3. Esto hace que se cree un balance de fuerzas positivo hacia el interior del agua dando lugar una película que, entre otras cosas, hace que las gotas tiendan a ser esférica. Se puede ver la tensión superficial de una gota de agua en la figura 4. Esta película hace difícil atravesar la superficie del agua, que presenta un aspecto elástico permitiendo al zapatero poder caminar por encima del agua. |
Por Phoenix
¡Muy buenas!
Se nos ha hecho de rogar (una semana más de lo esperado), pero al fin está listo para publicación el prometido artículo sobre las experiencias extracorporales. No me voy a enrollar más; aquí lo tenéis, sin más dilación: Science is coming!
Se nos ha hecho de rogar (una semana más de lo esperado), pero al fin está listo para publicación el prometido artículo sobre las experiencias extracorporales. No me voy a enrollar más; aquí lo tenéis, sin más dilación: Science is coming!
ale, os estoy escuchando ahora mismo. <<¿Pero no era una publicación científica? ¿Qué será lo siguiente, tarot y horóscopos?>>. <<A mí esto me lo explicas, o esta noche no duermo>>, diría un gran profesor mío.
Muy posiblemente, la totalidad de veces que hayáis escuchado esta expresión habrá sido ligada a fenómenos paranormales. He ahí la cuestión: mi objetivo es disipar dicha impresión; mostrar cómo se trata de un proceso susceptible de ser explicado científicamente (aunque todavía no se haya hecho completamente). Y tened algo presente: ello no implica que deje de ser maravilloso.
Me ha parecido interesante ilustrar el fenómeno con un experimento que se llevó a cabo hace unos años. De este se puede derivar no solo que las experiencias extracorporales no son “cosa de otro mundo”, sino que el yo, ese concepto tan aparentemente inaprensible, es algo que la ciencia puede aspirar a comprender algún día. Bueno, ¿y en qué consiste el dichoso experimento? Básicamente, el neurocientífico Henrik Ehrsson, del Karolinska Institutet de Estocolmo, ha logrado inducir experiencias extracorporales en individuos sanos.
<<A todo esto, ¿y qué es una experiencia extracorporal exactamente?>>, os estaréis preguntando con razón. Las primeras descripciones (en el terreno científico) de experiencias extracorporales (en adelante OBEs, del inglés Out-of-Body Experiences) se remontan a finales de los 70, donde se las consideró un tipo específico de despersonalización, debido a la aparente similitud existente entre ambas condiciones. Precisamente por ello, he considerado útil contraponerlas; conocer sus semejanzas y diferencias nos servirá para que la idea global sea más fácil de comprender.
Así pues, ¿a qué llamamos despersonalización? El DSM-IV[1] nos lo define como: “una sensación de extrañeza o distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido de la realidad”. Esto es, el individuo se siente como un observador externo a su propio pensamiento y/o cuerpo. Como si el que estuviese ahí, pensando, actuando, no fuese él; como si fuese un autómata; como si se encontrase viviendo una película o un sueño, aunque siendo siempre consciente de que es una mera percepción y no algo real.
Quizá, al leer la anterior descripción, os hayáis visualizado de pie junto a vuestro cuerpo, observándoos desde fuera. Pues bien, es precisamente aquí donde radica la principal distinción entre un episodio de despersonalización y una OBE: en la despersonalización, no existe cambio de perspectiva del yo. Es decir, sientes que tu yo es irreal; que tu cuerpo no te pertenece; pero sigues percibiendo el entorno desde una perspectiva egocéntrica, desde el interior de tu cuerpo. Más sencillo resulta visualizar lo que sucede en una OBE, que apuesto ya habéis deducido: efectivamente, se trata de una alucinación en la que el yo pasa de una perspectiva egocéntrica a una exocéntrica; percibes el entorno y/o tu cuerpo desde un punto de vista externo, situado generalmente por encima de este último.
¿Más diferencias? Pues sí, algunas más: la despersonalización se presenta con “anestesia sensorial, ausencia de respuesta afectiva y sensación de pérdida de control de los propios actos”; por el contrario, una OBE es vívida, muy convincente, ya que además de un fuerte componente visual, suele presentarse con otras sensaciones que contribuyen a su realismo (sensación de estar flotando, mareo, desorientación…). Además, frente al aspecto onírico de un episodio despersonalización, los individuos que han sufrido una OBE describen una mayor claridad de pensamiento e intensidad de consciencia. Para terminar, los episodios de despersonalización suelen producirse en el transcurso de algunas enfermedades mentales, a causa de un acontecimiento estresante grave, o por la ingestión de alucinógenos, mientras que una OBE puede también aparecer, espontáneamente, en situaciones relajadas.
¡Bueno, ya estamos preparados para disfrutar el experimento! Es muy sencillo de visualizar (de hecho, incluso podéis verlo aquí): el voluntario se sienta de espaldas a una cámara, colocándose unas gafas de realidad virtual que le muestran lo que el aparato está grabando. A continuación, el experimentador golpea simultáneamente el pecho físico del individuo y el “virtual”, desde el punto de vista de la cámara. Unos segundos después, el sujeto siente que los toques se están produciendo sobre su cuerpo virtual, y que se encuentra detrás del físico. Para comprobar que se ha logrado la ilusión, el científico ataca repentinamente al yo virtual con un martillo; dos electrodos colocados en los dedos del sujeto detectan el sudor que aparece automáticamente en su piel, así como la aceleración de su pulso.
Y es que el sentido del yo en un cuerpo no nos viene de fábrica, por así decirlo, sino que es construido continuamente por el cerebro mediante la integración de información procedente de diversos sentidos: vista, tacto, equilibrio, posición relativa de las partes del cuerpo… Sin embargo, ante un conflicto entre ellos (y el experimento sugiere que visión y tacto juegan un papel capital), el cerebro puede decidir que el yo ya no se halla dentro de las barreras físicas de su cuerpo.
Et c’est fini! O casi: el equipo de Ehrsson logró a continuación convencer a los participantes de que se hallaban en el interior del cuerpo de un maniquí (de hecho, si investigáis los videos relacionados al que os indiqué antes, podréis ver unas cuantas ilusiones más). Así pues, aunque todavía se trabaja en ello, existe una gran variedad de potenciales aplicaciones de esta experiencia: desde inducir en amputados un sentido de propiedad sobre sus prótesis, hasta introducir virtualmente a cirujanos en microrrobots para operaciones delicadas. Y cómo no: llevar el control de los videojuegos a todo un nuevo nivel.
¡Ahora sí, esto es todo por hoy! Espero que lo hayáis disfrutado; ¡nos vemos en la siguiente publicación!
BIBLIOGRAFÍA
- APA (2002) Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, DSM-IV-TR. Barcelona: Masson
- http://www.nature.com/news/out-of-body-experience-master-of-illusion-1.9569#/ref-link-8
- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3812871/#!po=92.8571
- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15089102
- http://www.nytimes.com/2007/08/23/health/23iht-23body.7232169.html?_r=0
- http://www.ucl.ac.uk/media/library/outofbody
[1] Se trata de uno de los principales manuales de referencia que psiquiatras y psicólogos emplean para el diagnóstico de enfermedades mentales.
VMuy posiblemente, la totalidad de veces que hayáis escuchado esta expresión habrá sido ligada a fenómenos paranormales. He ahí la cuestión: mi objetivo es disipar dicha impresión; mostrar cómo se trata de un proceso susceptible de ser explicado científicamente (aunque todavía no se haya hecho completamente). Y tened algo presente: ello no implica que deje de ser maravilloso.
Me ha parecido interesante ilustrar el fenómeno con un experimento que se llevó a cabo hace unos años. De este se puede derivar no solo que las experiencias extracorporales no son “cosa de otro mundo”, sino que el yo, ese concepto tan aparentemente inaprensible, es algo que la ciencia puede aspirar a comprender algún día. Bueno, ¿y en qué consiste el dichoso experimento? Básicamente, el neurocientífico Henrik Ehrsson, del Karolinska Institutet de Estocolmo, ha logrado inducir experiencias extracorporales en individuos sanos.
<<A todo esto, ¿y qué es una experiencia extracorporal exactamente?>>, os estaréis preguntando con razón. Las primeras descripciones (en el terreno científico) de experiencias extracorporales (en adelante OBEs, del inglés Out-of-Body Experiences) se remontan a finales de los 70, donde se las consideró un tipo específico de despersonalización, debido a la aparente similitud existente entre ambas condiciones. Precisamente por ello, he considerado útil contraponerlas; conocer sus semejanzas y diferencias nos servirá para que la idea global sea más fácil de comprender.
Así pues, ¿a qué llamamos despersonalización? El DSM-IV[1] nos lo define como: “una sensación de extrañeza o distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido de la realidad”. Esto es, el individuo se siente como un observador externo a su propio pensamiento y/o cuerpo. Como si el que estuviese ahí, pensando, actuando, no fuese él; como si fuese un autómata; como si se encontrase viviendo una película o un sueño, aunque siendo siempre consciente de que es una mera percepción y no algo real.
Quizá, al leer la anterior descripción, os hayáis visualizado de pie junto a vuestro cuerpo, observándoos desde fuera. Pues bien, es precisamente aquí donde radica la principal distinción entre un episodio de despersonalización y una OBE: en la despersonalización, no existe cambio de perspectiva del yo. Es decir, sientes que tu yo es irreal; que tu cuerpo no te pertenece; pero sigues percibiendo el entorno desde una perspectiva egocéntrica, desde el interior de tu cuerpo. Más sencillo resulta visualizar lo que sucede en una OBE, que apuesto ya habéis deducido: efectivamente, se trata de una alucinación en la que el yo pasa de una perspectiva egocéntrica a una exocéntrica; percibes el entorno y/o tu cuerpo desde un punto de vista externo, situado generalmente por encima de este último.
¿Más diferencias? Pues sí, algunas más: la despersonalización se presenta con “anestesia sensorial, ausencia de respuesta afectiva y sensación de pérdida de control de los propios actos”; por el contrario, una OBE es vívida, muy convincente, ya que además de un fuerte componente visual, suele presentarse con otras sensaciones que contribuyen a su realismo (sensación de estar flotando, mareo, desorientación…). Además, frente al aspecto onírico de un episodio despersonalización, los individuos que han sufrido una OBE describen una mayor claridad de pensamiento e intensidad de consciencia. Para terminar, los episodios de despersonalización suelen producirse en el transcurso de algunas enfermedades mentales, a causa de un acontecimiento estresante grave, o por la ingestión de alucinógenos, mientras que una OBE puede también aparecer, espontáneamente, en situaciones relajadas.
¡Bueno, ya estamos preparados para disfrutar el experimento! Es muy sencillo de visualizar (de hecho, incluso podéis verlo aquí): el voluntario se sienta de espaldas a una cámara, colocándose unas gafas de realidad virtual que le muestran lo que el aparato está grabando. A continuación, el experimentador golpea simultáneamente el pecho físico del individuo y el “virtual”, desde el punto de vista de la cámara. Unos segundos después, el sujeto siente que los toques se están produciendo sobre su cuerpo virtual, y que se encuentra detrás del físico. Para comprobar que se ha logrado la ilusión, el científico ataca repentinamente al yo virtual con un martillo; dos electrodos colocados en los dedos del sujeto detectan el sudor que aparece automáticamente en su piel, así como la aceleración de su pulso.
Y es que el sentido del yo en un cuerpo no nos viene de fábrica, por así decirlo, sino que es construido continuamente por el cerebro mediante la integración de información procedente de diversos sentidos: vista, tacto, equilibrio, posición relativa de las partes del cuerpo… Sin embargo, ante un conflicto entre ellos (y el experimento sugiere que visión y tacto juegan un papel capital), el cerebro puede decidir que el yo ya no se halla dentro de las barreras físicas de su cuerpo.
Et c’est fini! O casi: el equipo de Ehrsson logró a continuación convencer a los participantes de que se hallaban en el interior del cuerpo de un maniquí (de hecho, si investigáis los videos relacionados al que os indiqué antes, podréis ver unas cuantas ilusiones más). Así pues, aunque todavía se trabaja en ello, existe una gran variedad de potenciales aplicaciones de esta experiencia: desde inducir en amputados un sentido de propiedad sobre sus prótesis, hasta introducir virtualmente a cirujanos en microrrobots para operaciones delicadas. Y cómo no: llevar el control de los videojuegos a todo un nuevo nivel.
¡Ahora sí, esto es todo por hoy! Espero que lo hayáis disfrutado; ¡nos vemos en la siguiente publicación!
BIBLIOGRAFÍA
- APA (2002) Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, DSM-IV-TR. Barcelona: Masson
- http://www.nature.com/news/out-of-body-experience-master-of-illusion-1.9569#/ref-link-8
- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3812871/#!po=92.8571
- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15089102
- http://www.nytimes.com/2007/08/23/health/23iht-23body.7232169.html?_r=0
- http://www.ucl.ac.uk/media/library/outofbody
[1] Se trata de uno de los principales manuales de referencia que psiquiatras y psicólogos emplean para el diagnóstico de enfermedades mentales.
Por Fourier
¿La sucesión de Fibonacci? ¿Eso qué es? Pero... ¿No tocaba hoy el artículo de Experiencias extracorporales? Pues sí, hoy tocaba hablar de toda una revolución científica pero... es un artículo tan sumamente controvertido (y divertido) que hemos tomado la (sabia) decisión de aplazarlo hasta la semana que viene, Creemos que el mundo estará más preparado para flipar en colorines la semana que viene... Sin embargo, os dejamos con toda otra revolución que esperemos estéis preparados para leerla ahora con los ojos como platos. Disculpen las molestias.
Esta famosa serie numérica fue descubierta por Leonardo de Pisa, conocido como Fibonacci, un famoso matemático italiano del siglo XIII, y está formada por la siguiente sucesión infinita de números naturales:
La mecánica que sigue esta sucesión es fácil de entender: Empieza con los números 1 y 1, y a partir de estos cada término se halla sumando los dos anteriores.
1+2 = 3 2+3 = 5 3+5 = 8 5+8 = 13 8+13 = 21 13+21 = 34 21+34 = 55 34+55 = 89 55+89… |
De lo que sí que vamos a hablar es de su presencia en la naturaleza. Para ello es necesario conocer una de las numerosas propiedades de la sucesión. Esta es que el cociente de dos números consecutivos de la serie se aproxima a la llamada “razón de oro”, “sección áurea” o “divina proporción”. Este número tiene un valor de (1+ raíz de 5)/2 = 1.61803…, y se lo nombra con la letra griega Phi. Los griegos y renacentistas estaban fascinados con este número, ya que lo consideraban el ideal de la belleza.
2/1=2 3/2=1.5 5/3=1.66666… 8/5=1.6 13/8=1.625 21/13=1.615384 … 34/21=1.6190476… |
Pero hay mucho más:
La serie de Fibonacci la podemos encontrar en las proporciones de la mano, lo que nos permite recogerla de manera exacta, como podemos observar en el siguiente dibujo:
Sin dudas, es sorprendente la relación que existe entre la matemática y la naturaleza, pero no se trata en absoluto de una casualidad. ¿Qué te parece?.
Por Phoenix
¡Muy buenas a todos!
Ciencia para a-lelos Estrenamos por fin hoy la sección de la Revista Holiwi. Antes de meternos de lleno en el asunto, considero necesario realizar una breve referencia al título de este mi espacio. El juego de palabras resultará más evidente a los que todavía recuerden aquellos términos de genética de la clase de biología; a los que no, no problemo; es precisamente esta la meta de la presente publicación: tratar de exponer temas científicos de interés de forma comprensible, de manera que hasta los legos en la materia puedan disfrutar y apasionarse con este mundo.
Lamentablemente, ando todavía un pelín de vacaciones, así que con todo el dolor de mi corazón cerebro, no os puedo ofrecer un artículo en condiciones. Mas no temáis; os prometo que la espera tendrá recompensa. Como excepcional aperitivo; las primeras líneas.
[2] Salvo que hubiera errores en ellos, en cuyo caso provocarían que no lo hiciese debidamente. Enfermedades genéticas, ¿no?
Muy posiblemente, la totalidad de veces que hayáis escuchado esta expresión habrá sido ligada a fenómenos paranormales. He ahí la cuestión: mi objetivo es disipar dicha impresión; mostrar cómo se trata de un proceso susceptible de ser explicado científicamente (aunque todavía no se haya hecho completamente). Y tened algo presente: ello no implica que deje de ser maravilloso.
Continuará...
Como conclusión al escrito de hoy, me gustaría comentar algo a colación de las últimas palabras que empleaba al final del adelanto: <<ello no implica que deje de ser maravilloso>>. Aunque desearía pensar que se trata de una concepción en recesión, es bien cierto que la ciencia, lo científico, con mucha frecuencia suelen presentarse como antítesis a la fascinación, al asombro, al sobrecogimiento; emociones tradicionalmente asociadas al misterio de lo "inexplicable".
<<Ah, la ciencia le quita la magia a las cosas>>. Y, sin embargo, nadie trataría de rebatir la premisa de que solo alcanzando un conocimiento profundo y veraz de una persona puedes llegar a amarla. Indudablemente, podría darse el caso de que al intimar con ella, la ilusión que te habías erigido se desvaneciese. Y habrá quien argumente a favor de una infinita superioridad de las idealizaciones sobre la certeza. Pero incluso aquellos son en su fuero interno conscientes de cómo pugnamos por hacer realidad nuestros sueños, de cómo nos desharíamos en lágrimas de júbilo con ver hechas carne nuestras imaginaciones. Porque en última instancia, es lo verdaderamente existente lo que importa. Solo alcanzando un conocimiento profundo y veraz de una persona puedes llegar a amarla sinceramente. Nuestro Universo es maravilloso; nuestro Universo es un inmenso desconocido. La ciencia no hace sino ayudarnos a comprenderlo; a abrazarlo con el pensamiento. Y es esa consciencia de lo que nos queda aún por saber, de la caducidad de lo que creemos conocer, de la existencia de misterios que escapan inclusive a nuestra imaginación; es esa consciencia la que nos fascina, la que nos llena de asombro, la que nos sobrecoge.
La que impide que jamás dejemos de preguntarnos: ¿por qué?
<<Ah, la ciencia le quita la magia a las cosas>>. Y, sin embargo, nadie trataría de rebatir la premisa de que solo alcanzando un conocimiento profundo y veraz de una persona puedes llegar a amarla. Indudablemente, podría darse el caso de que al intimar con ella, la ilusión que te habías erigido se desvaneciese. Y habrá quien argumente a favor de una infinita superioridad de las idealizaciones sobre la certeza. Pero incluso aquellos son en su fuero interno conscientes de cómo pugnamos por hacer realidad nuestros sueños, de cómo nos desharíamos en lágrimas de júbilo con ver hechas carne nuestras imaginaciones. Porque en última instancia, es lo verdaderamente existente lo que importa. Solo alcanzando un conocimiento profundo y veraz de una persona puedes llegar a amarla sinceramente. Nuestro Universo es maravilloso; nuestro Universo es un inmenso desconocido. La ciencia no hace sino ayudarnos a comprenderlo; a abrazarlo con el pensamiento. Y es esa consciencia de lo que nos queda aún por saber, de la caducidad de lo que creemos conocer, de la existencia de misterios que escapan inclusive a nuestra imaginación; es esa consciencia la que nos fascina, la que nos llena de asombro, la que nos sobrecoge.
La que impide que jamás dejemos de preguntarnos: ¿por qué?